Recién me entero -por un mensajito de papá-: hoy es el día del zurdo. Tantos años ejerciendo y sin festejarlo...
Si bien se complica a la hora de comer codo a codo en una mesa plagada de diestros, o hay que pensar dos veces para dar una dirección (en la escuela me enseñaron que la derecha es hacia el lado de la mano con la que escribimos), no todo es tan siniestro (perdonando el chiste fácil).
Nos adaptamos y sobrevivimos en el recto mundo pensado por otros y para otros. Nos las ingeniamos y salimos adelante. Pensemos que hay gente cuyo problema no es cómo dibujar con fibra sin manchar la hoja o cómo cortar con tijera con dos dedos en el agujero diseñado para el pulgar. Para quienes deben lidiar con calles sin rampas, edificios sin ascensores y demases, el hecho de usar la mano izquierda en lugar de la derecha les debe parecer -y con razón- la más sosa y desatinada de las "discapacidades".
Así que no me quejo ni me jacto, lo dejo ser. Eso sí: me divierte ir por la vida detectando personas zurdas; es algo natural en lo que me fijo cuando veo gente en situación de escritura ( películas, día a día, etc.). Será porque uno siempre busca, en los demás, espejos donde mirarse.
Aquí son bienvenidos comments de zurdos, diestros y ambidiestros (palabra tendenciosa).
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