Si están por comprar una pieza exclusiva - edición especial - de un lujoso jabón de tocador... por favor: siéntense y esperen a que se les pase.
La publicidad y el envase prometen un irresistible aroma a chocolate y extracto de frutilla, pero al abrir la cajita lo único con dejo a cacao es el pigmento del jabón, y la frutilla, se la jugaron al truco. Además, la espuma es amarronada, factor que da la sensación de estar tiñéndose la piel en lugar de lavándola.
En el fondo es un jabón, como cualquier otro ("Pero el sombrero es nuevo").
Sí, ya sé: ¿quién me manda a confiar en el spot de un producto de limpieza corporal aroma a choc? Eso me pasa por golosa, con todos los sentidos.
Fragancia Vesca: ¿Ves? Cada vez te estafan con menos...
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