FEA LA ACTITUD (deshonestidad intelectual)

Te vi...plagiabas escrititos de la red. Te vieron, mejor dicho. Gracias a un lector atento que descubrió la maraña de mentiras y me puso al corriente del atropello perpetrado a mis espaldas. Vengo a denunciar un robo.

Allá por principios de noviembre hice un post que hablaba de mi repudio a la anticipación de la navidad en los hipermercados ¿recuerdan? Bueno, resulta que alguien, un amigo de lo ajeno, un Grinch de blogs, amparándose en el fárrago de internet cual capa de la invisibilidad de Harry Potter, colgó en su sitio web personal mi post Oncemesi-no! como si fuera propio.




El muy descarado abrió un espacio llamado -¡oh, casualidad!- Caramelos en el frasco, a más de ocho meses de inaugurado el mío. Como primer material, no tuvo mejor idea que plagiarme sin empacho. Es más, con premeditación y alevosía, esta malapersona colocó una fecha falsa bajo el título, como coartada (véase referencia Nº 1 de la imagen adjunta). Coartada que se va a pique si confrontamos la fecha de mi publicación con la de su entrada gemela.

Imaginen la indignación cuando vi que no sólo había copiado y pegado a la que te criaste, con detalles de formato (ref. Nº2) y hasta errores de tipeo del original (ref. Nº3) sino que , de yapa, se había apropiado además de algunas fotos de mis caramelos (ref. Nº4) haciendo incluso una petite galería de muestra.

Qué falta de respeto, qué atropello a la creación legítima... ¿Qué necesidad había de hacer la gran Boo-cay tan groseramente? Si le gustó el post, ¿qué le costaba hacer un link o citar el origen del mismo? Si tenemos en cuenta que el espacio virtual en cuestión alberga hasta la fecha tres posteos solamente (el último de dudosa procedencia, posiblemente extraído de una cadena de mails) veremos que el misterioso rufián actuó de mala leche, de puro dañino.

En mi brújula ética no figura como opción el reproducir la obra de un tercero como propia. Sobre todo, porque sería muy triste pretender engañarse a uno mismo. Al margen, esta modalidad subestima desde el vamos al lector, que "se come cualquiera", "no va a darse cuenta". A quienes insultan así la inteligencia del prójimo les digo: ¡Citen la fuente, imPOSTores, porque los vamos a seguir escrachando!

El perfil del pérfido reza, como único dato de identificación: "Hay caramelos en el frasco". Yo te digo una cosa, quienquieraqueseas: en ese frasco nunca hubo caramelos, ni patos en la laguna, ni ideas propias en tu cerebro.



Quedan invitados a constatar el plagio aquí y, si gustan, dejar algún comentario solidario.

Como alguna vez, me seguiré preguntando: ¿Quién coño me ha robado el post de noviembre, carajo?