Friday, August 25, 2006

Crónicas de Stand-by, 2ª entrega

Reflejo condicionado

Era pequeñita, encantadora. Vestido con volados, moño en el pelo. Una Ricitos de oro de carne y hueso. Se paró en seco cuando llegó al sector de los stands y comenzó a dar grititos de felicidad con ese sonido de cascabel que sólo emiten los niños. Agitaba las manitos y sonreía. "¡Qué alentador! "-dije para mis adentros- "La nena está chocha de ver tantos libros; qué bien esa familia donde le leerán cuentos a menudo; qué ejemplo de padres amorosos que ponen en contacto a sus hijos con la lectura cuanto antes."

Mi dicha habrá durado fracción de segundos. Seguí la infantil mirada y vi el destino que la sostenía, embobada y alerta: eran los globos que adornaban las esquinas de cada una de las editoriales. Bonita... ella creyó que la habían llevado a un cumpleaños.

Ojalá cuando crezca experimente el mismo regocijo al entrar a una biblioteca.

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3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Quizá una opción sea empezar a festejarle los cumpleaños en una biblioteca!Le parece, Fragaria ?

August 27, 2006 9:50 AM  
Blogger Hernán Schillagi said...

Siempre esperé globos en la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras. Pero, cuando los quisieron repartir gratis, la decana los prohibió. Yo también creí que se venía la fiesta.

September 01, 2006 12:00 PM  
Blogger sergio said...

A mi me parece que como van las cosas, esa alegría sólo se la provocará la visión del shopping!!!

September 01, 2006 12:07 PM  

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