Friday, June 02, 2006

apelación arm-oniosa (catarsis culinaria)

Después de hablar con mi hermano por teléfono seguí oportunamente mis tareas de cocinera a cargo. Por suerte el menú del día incluía picar cebolla.

Así, con la angustia de los miles de kilómetros, su salud en la mira y tanto tiempo de por medio sin verlo, llorar tuvo un porqué mucho más noble.

Igual, las supremas a la criolla -salieron exquisitas- bien ameritaron su lagrimón por condimento.

Labels:

4 Comments:

Blogger Hernán Schillagi said...

Estoy seguro que esa poca de sal de más era justo lo que andaban necesitando las criollas de las supremas. Salid sin duelo, lágrimas, corriendo... decía Garcilaso.

June 05, 2006 3:15 PM  
Anonymous Anonymous said...

Doy fe de que es Ud, con o sin lágrimas, una gran cocinera!! Ahora bien, está muy bueno tener a mano una excusa para el llanto, porque todos sabemos lo incómodo que resulta ser descubierto en tan flagrante delito de debilidad (sic)

June 08, 2006 11:44 AM  
Anonymous Anonymous said...

La comida con afecto de por medio sabe más exuisita!!! Ahora bien, las làgrimas son el mejor modo de calmar ansiedades y necesidades. Eso sí, a veces se llora por muchas más cosas...

June 21, 2006 12:47 PM  
Anonymous Anonymous said...

La comida con afecto de por medio sabe más exuisita!!! Ahora bien, las làgrimas son el mejor modo de calmar ansiedades y necesidades. Eso sí, a veces se llora por muchas más cosas...

June 21, 2006 12:47 PM  

Post a Comment

<< Home